Los tejidos suelen ir acompañados de una ficha técnica del producto que responde a distintos ensayos en laboratorio a los que ha sido sometido y que definen cómo se comportará en distintas condiciones de resistencia y durabilidad en el futuro. Es recomendable prestar especial atención a los siguientes conceptos:  

 

  • Resistencia a la abrasión. Capacidad de una fibra para soportar el frote en el uso diario.

 

  • Pilling. Fenómeno por el que a lo largo del uso de las prendas se forman unos nudos, bolitas o aglomeraciones de fibras en la superficie que desmerecen el aspecto exterior de dichas prendas.

 

  • Brillo. Intensidad con que la luz es reflejada por la superficie de una fibra, o el lustre que la fibra posee. Depende de la estructura de física y química de la fibra y de su superficie.

 

  • Elasticidad. Facilidad de recuperación de la longitud inicial de una fibra después de ser sometida a una fuerza de tracción

 

  • Absorción de agua. Capacidad para absorber agua y transferirla a las fibras vecinas. Todas las fibras naturales se distinguen por su gran contenido de humedad. Esta característica influye en la confortabilidad de los artículos con ellas fabricados.

 

  • Electricidad estática. Capacidad que poseen las fibras de cargarse eléctricamente por el roce del propio uso. Depende de la naturaleza química de la fibra y de la capacidad de absorción de humedad. Las fibras sintéticas por su menor capacidad de absorción de humedad son las que más problemas presentan en este sentido.

 

  • Acción de la luz. Efectos producidos por las radiaciones solares, que afectan a la resistencia a la tracción, el alargamiento a la rotura y la resistencia a la abrasión de las fibras. También puede provocar un amarilleamiento o decoloración de la fibra.

 

  • Enfieltramiento. Capacidad de las fibras de entrelazarse unas con otras.

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